lunes, 15 de diciembre de 2008

Proyecto de creacion del Centro de Rehabilitacion Psicosocial

En México existen varias leyes relacionadas a la atención a las personas con discapacidad mental, pero resultan ser letra muerta ante la inoperatividad de las mismas, su falta de aplicación y la imposibilidad del particular de hacer valer su derecho a la salud a través de algún medio jurisdiccional, dejan en estado de indefensión a los más vulnerables de los vulnerables.

En materia de salud mental existe la posibilidad de la participación de la sociedad civil pero si bien es cierto que el artículo 58 de la Ley General de Salud indica que la comunidad podrá participar en los servicios de salud de los sectores públicos, social y privado a través de las siguientes acciones: “III. Incorporación, como auxiliares voluntarios, en la realización de tareas simples de atención médica y asistencia social y participación en determinadas actividades de operación de los servicios de salud, bajo la dirección y control de las autoridades correspondientes”.

Para que el trabajo de la ciudadanía como voluntarios tenga éxito, tiene que haber una estructura obligatoria y constante del Estado atendiendo el sector de la salud mental, dejando a la sociedad civil en tareas simples y en determinadas actividades, sin embargo, esto no es así, pues las Instituciones de Asistencia Privada han tenido que tomar el lugar del gobierno en la atención a personas con discapacidad mental y es el gobierno, en un cambio de roles, quien de forma voluntaria, a cuenta gotas y cada que le brilla su filantrópico corazón, apoya a las instituciones que atienden a estas personas.


¿Cuál es la importancia de atender la salud mental en nuestro país? Siguiendo con el informe de la División de Política Social de la Cámara de Diputados, una de cada seis personas sufrirá problemas de salud mental que podrá requerir atención médica especializada, lo cual en una población de 100 millones de habitantes como México, 15 millones de personas padecerán trastornos mentales.

Según informes de la Secretaría de Salud, se calcula que por lo menos una quinta parte de la población mexicana padece durante su vida algún tipo de trastorno mental. Cuatro millones de personas padecen depresión; medio millón padece esquizofrenia, un millón tiene epilepsia.

Sin embargo la atención a estas personas no significa la construcción de un lugar donde sean recluidos de por vida alejándolos de la sociedad. La inversión gubernamental en materia de salud deberá implementarse en la creación de instituciones que atiendan al enfermo mental en un reducido periodo de hospitalización donde se les atienda, se les estabilice y se les reintegre a la sociedad en la que se desenvuelven, esto para aquellas personas que puedan realizar sus actividades diarias.

Por ello la creación de un centro especializado en el tratamiento de personas con discapacidad mental es de suma importancia, ya que aun cuando existen programas que se dedican a la prevención y al tratamiento de personas en esta situación, este es un grupo especialmente vulnerable en los que existen casos de personas que se encuentran en estado de desamparo ya sea porque han sido abandonados por sus familiares, fueron alejados de sus familiares por la autoridad judicial por ser un riesgo para ellos o porque se encuentran en un estado de pobreza extrema.

Ante la existencia de nuevos sistemas terapéuticos para la atención de personas con discapacidad mental es necesaria la creación de hospitales de corta estancia que permitan la reintegración del individuo. Asimismo, la existencia de albergues para niños abandonados que padezcan algún tipo de trastorno mental, ya que en la actualidad solamente existen albergues destinados al cuidado de niños abandonados en situación de calle, más no así para niños con discapacidad mental que necesitan de una atención especial y constante.

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